Psiconutrición: comer con cabeza

Detrás de un problema de sobrepeso suelen esconderse emociones tales como el estrés, ansiedad, tristeza, nerviosismo… Si no somos capaces de controlarlas, de poco nos servirá hacer dieta. Aquí es donde entra en juego la Psiconutrición, que nos permitirá entender y cambiar los comportamientos que nos llevan a comer de una determinada manera. Junto   a  unos hábitos dietéticos adecuados, el   éxito  está asegurado.

Frases como: “en realidad no tenía mucha hambre pero acabé asaltando la nevera/tomándome medio pastel/acabándome el helado…” se repiten con frecuencia, sobre todo entre las personas con sobrepeso. Entonces, si no es hambre… ¿qué es? Y ¿por qué la aliviamos con la comida? La repuesta es clara: demasiadas veces recurrimos a la comida como remedio para controlar la ansiedad, las angustias, las decepciones… Y es que a nadie se le escapa que el estado de ánimo influye en la forma de alimentarnos. Es un refugio fácil y cómodo al que acudir, que nos da consuelo en determinados momentos.

Un problema laboral, una ruptura sentimental, una decepción familiar… son insatisfacciones que intentamos compensar con actividades, actitudes… y que algunas veces encuentran consuelo en la comida. Aquí es donde cobra sentido el concepto de Psiconutrición, que consiste en equipar a la persona, y a la que lleva a cabo una dieta de adelgazamiento en concreto, de las habilidades psicológicas necesarias para no caer en la ingesta emocional y responder sólo a la ingesta fisiológica, despojada, por tanto de sufrimiento y ansiedad. Esto pasa por conocer cómo nos relacionamos con la comida y, a partir de ahí, reconstruir nuestra relación con ella.

¿Quieres leerlo completo?

Habilidades

Publicado el

7 noviembre, 2016

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.