Nunca es demasiado pronto para empezar a inculcar a tu hijo buenos hábitos que no sólo le permitirán crecer y desarrollarse sano y feliz, sino que sentarán unas bases sólidas de cara al futuro.
El aspecto educativo es muy importante para los niños, porque si adoptan buenas costumbres en la infancia, podrán mantenerlas con facilidad el resto de su vida, lo que supondrá una importante ventaja para ellos a muchos niveles. En efecto, a partir de los dos años es una época idónea para que se vayan introduciendo de forma progresiva, y sin forzar, algunas pautas de alimentación, sueño, aseo, buenos modales… que los pequeños adquirirán sin darse cuenta (recordemos que son como esponjas que todo lo absorben) y que les acompañarán a medida que se hagan mayores, en todas las etapas de su vida. Así, por ejemplo, si ya desde la más tierna infancia les hemos acostumbrado a comer fruta de postre, seguro que seguirán haciéndolo cuando crezcan y habremos contribuido a que coman mejor. Hazles un regalo que les durará toda la vida, o mejor 20, que son los buenos hábitos que te proponemos a continuación: sueño, higiene, cuidado personal, alimentación, buenos modales…